5ª Parada
Río Sarela
Río Sarela
La importancia histórica de los canales fluviales en la articulación del territorio y en la peregrinación.
A finales del siglo ONCE el Camino a Santiago era una gran arteria por la que circulaban multitud de peregrinos de todas partes del mundo. Su importancia impulsó numerosas iniciativas para su equipamiento, este puente tardío – medieval del siglo QUINCE es testigo de ello, aunque se cree que es anterior, no existe documentación.
Cruza el río Sarela que fue un espacio destacado para el recreo de los vecinos de Compostela junto al Sar. A lo largo de todo el recorrido de esta ruta encontramos muestras de los distintos usos como fuente de recursos y espacios de trabajo: lavanderas y molineros actividades desaparecidas hoy. Además acoge abundantes muestras del antiguo explendor de la industria más importante de la ciudad durante el siglo DIECINUEVE, QUE FUERON LAS FÁBRICAS DE TRATAMIENTO DE PIELES. Sólo en Compostela llegó a haber 27, alguna de ellas dirigidas por mujeres.
El mal olor que desprendían los materiales y sustancias utilizadas obligaban a situarlas en los arrabales de la ciudad. El tratamiento de la piel era muy duro y duraba aproximadamente seis meses, cabe mencionar que uno de los tratamientos era con tanino, que se extraía de forma natural de los castaños ricos en tanino, de ahí procede la palabra “tenería”, mencionar como curiosidad que trataban la piel con excremento de perro. Aunque la mayor demanda era el clero, no somos conscientes de la gran importancia que tuvo la industria del cuero, piezas de vestir, cinturones, zapatos, etcétera…de aquí salía piel para Castilla y Madrid, incluso a Málaga y a Cádiz a través del puerto de Carril. Su florecimiento en Compostela viene dado de la mano de un grupo de maestros curtidores vasco-franceses, llegados desde finales del siglo DIECIOCHO. En el año 1790, don Antonio Espiño, comerciante santiagués, adquirió esta que podemos ver: la fábrica de la Ribera de San Lourenzo y despues de pasar por varias manos, ya conocida como la fábrica de Santaló fue finalmente vendida a Santiago Harguindey Broussain en el año 1886, que fue uno de los comerciantes que controlaba la mayor parte de esta industria en Compostela. Su abandono se produce en la segunda mitad del siglo DIECINUEVE(1959).
la antigua fábrica de santaló estaba formada por dos cuerpos, en la parte baja a la orilla del río las cubas, instalación del molino de cascarilla, canalizaciones, y una fasquía, que de no ser por la caída de la totalidad de la cubierta, sería la misma de sus últimos años de trabajo. En la parte superior, al otro lado del río, a breves metros de una magnífica robleda, un muro de mampostería y un antiguo secadero vemos hoy todo rehabilitado como viviendas de lujo. El arquitecto que dirigió la obra fue Otero Pombo.