¿Cómo vivían?
Viaja al pasado y descubre cómo vivían en los albores del Bronce
Viaja al pasado y descubre cómo vivían en los albores del Bronce
Las comunidades de esta época practicaban una economía muy similar a la del Neolítico. La obtención de los metales necesarios para la fabricación de los materiales (armas, joyas, útiles de labranza…) existía gracias a la práctica de una minería del cobre, estaño, plomo, oro y plata.
Vivían en asentamientos – poblados – al aire libre ocupados episódicamente, es decir, con recurrencia en la ocupación de un mismo asentamiento. Diversos trabajos arqueológicos como los realizados con motivo de la construcción de la red de gasificación de Galicia, entre otros, permitieron ampliar el número de yacimientos de la Edad de Bronce. Gracias a estas investigaciones podemos conocer pautas de localización de estas comunidades. Los asentamientos se situaban en pequeñas llanuras a media ladera o próximas a los altos de los montes, en muy raras ocasiones en zonas bajas de monte. El sistema de rozas implicaba que al cabo de dos o tres años tenían que ser abandonados debido a la disminución de nutrientes y a la pérdida de estructura agregada que provocaba el encharcado de terreno y la imposibilidad de volver a cultivarlo hasta pasados entre seis y nueve años, tiempo en el que recuperar sus características iniciales. Esto motivaba el desplazamiento del poblado en la búsqueda de terrenos cultivables (Santos Estévez). Se piensa que tenían una movilidad limitada a una determinada sierra o monte por la concentración de grupos de asentamientos no simultáneos que se puede apreciar en algunas zonas. Pueden considerarse asentamientos seminómadas vinculados a un determinado territorio.
En el paisaje de la Edad de Bronce, los lugares habitados se encontraban en terrenos elevados con planicie, en un plenalto, y en llanuras próximas a las brañas. En contraposición, en el paisaje tradicional la población y los campos actuales se localizaban en el valle.
De los primeros tiempos de la metalurgia datan las evidencias más antiguas de poblados en nuestra tierra y conforma los comienzos de la cultura castreña.
La base sobre la que se sustentaban estas comunidades estaría en la ganadería y en la agricultura mediante el sistema de rozas. La tecnología agrícola de la Edad de Bronce, implicaba la utilización de suelos ligeros y bien drenados propios de las sierras, rechazando las tierras del valle más pesadas y cubiertas de densa vegetación arbórea.
En la vegetación existente en esta época, propia del clima atlántico, encontramos robledales, alcornoques, olmos, fresnos, avellanos, árboles frutales, arbustos y numerosas plantas. Desaparecen la mayor parte de los animales de caza mayor, para dar paso a animales más adaptados a las nuevas condiciones (ciervos, jabalís, conejos, liebres, zorros, lobos…)
Junto a la agricultura y la ganadería se dedicaban a la producción artesanal de herramientas y utensilios de piedra y madera, alfarería, cestería, molienda…
Los poblados se van haciendo permanentes y tienden a la fortificación. Los enterramientos individuales –Cistas- van ganando importancia. Los asentamientos de la primera fase de esta época son de carácter temporal hechos con materiales perecederos. De la última fase del Bronce datan los primeros castros gallegos.
Asociaciones Villestro
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