11ª Parada
CIVI – Centro de Interpretación de Villestro
CIVI – Centro de Interpretación de Villestro
Introducción a los petroglífos y al arte rupestre.
Viaje a la Prehistoria a través del Tiempo
Viajemos a través del tiempo, caminemos de vuelta al pasado, a una época donde la naturaleza nos sumerge en todo su esplendor muy lejos de todos los artificios hoy presentes.
Vayamos a ese lugar; el mismo en el que hoy nos encontramos: Imaginémonos entre robledales y humedales, observemos el gran tesoro que nuestros antepasados nos dejaron: las huellas de su paso por el mundo: el lenguaje de las rocas.
A lo largo de los siglos la arqueología y la historia intentan desvelar el pasado, acceder a él, a través de estas huellas en el tiempo. En realidad la historia y la arqueología construyen metáforas de ese pasado para recrearla y reconstruirla. Su fin es estudiar estos restos, protegerlos, y conservarlos.
Los petroglifos son una representación gráfica grabada en las rocas o piedras, conjunto de grabados rupestres al aire libre, sobre el terreno, con un simbolismo complejo, difícil de interpretar. Considerados el antecedente de los símbolos previos a la escritura. La palabra proviene de los términos griegos: petros (piedra) y glyphein (tallar) y fue en su origen acuñada en francés como pétroglyphe
Los petroglifos gallegos son una de las manifestaciones más singulares de nuestro pasado prehistórico. Utilizar la expresión “estilo Atlántico” es más completo que referirse solo a Grupo Galaico de Arte Rupestre (tercero segundo milenio antes de Cristo) puesto que dicho estilo se extiende desde el norte de Portugal hasta las islas británicas incluyendo Galicia e Irlanda.
Se encontraron petroglifos en todos los continentes con similitudes llamativas entre ellos. Los petroglifos pueden pertenecer a épocas diferentes de la historia, la mayoría de los que se encuentran en Galicia se encuadran en la Edad de los Metales, siendo los más abundantes y singulares de la Edad del Bronce, con los inicios de la fundición del cobre en la etapa del Calcolítico (aproximadamente entre 2.000 antes de Cristo y el 1.800 antes de Cristo). En algunas ocasiones el cristianismo procesó y transformó los símbolos considerados paganos quedando las imágenes ocultas por cruceros, ermitas e iglesias construidas en el lugar que se encontraban estos restos. Como resultado estos lugares y símbolos fueron objeto de leyendas paganas (con los “mouros” como protagonistas en muchos casos, como recoge el habla popular).
El conjunto de los petroglifos gallegos es uno de los más ricos y peculiares que podemos encontrar, realizados mayoritariamente sobre granito con percusor lítico, instrumento de piedra de dureza superior, concretamente cuarzo, mediante abrasión.
Se extienden por la mayor parte del territorio gallego con una elevada densidad en el cuadrante Sur Oriental. Es evidente que buena parte de las rocas grabadas no destacan del terreno de forma notable, situándose preferentemente en líneas de tránsito o en áreas de reserva de pasto que se suponen frecuentadas no solo en la prehistoria sino también en épocas precedentes y posteriores. En definitiva parecen haber sido concebidos para ser fácilmente localizables, conociendo los códigos de emplazamiento. Al mismo tiempo se busca no alterar la configuración del entorno. Altura media 200 y 250 sobre el nivel del mar.
La caracterización geográfica es muy significativa para la organización del poblamiento prehistórico: se trata de un emplazamiento en Valle do Sar que comprende las cabeceras de los ríos Roxos, Figueiras, y Sarela, en dirección oeste-este. Este valle se aloja en la depresión meridiana, y está enmarcado por macizos graníticos muy profundos que en parte definen también el límite occidental del ayuntamiento de Santiago. El fondo ancho y llano de este valle se debe a que el río que lo forma discurre aprovechando una reflexión tectónica.
El núcleo de los petroglifos compostelanos tiene notable interés, puesto que es un valioso documento histórico que permite una aproximación a aspectos de la Edad del Bronce. De otras etapas tenemos poblados o tumbas, pero de esta etapa los grabados rupestres constituyen prácticamente su única manifestación. Sistema gráfico que permitió almacenar y transmitir información relativa al mundo social y natural de nuestros antepasados.
Se considera útil para el estudio del arte rupestre el concepto de Sistema de Estaciones, conjunto de petroglifos asociados a una misma unidad fisiográfica, generalmente una sierra o un monte, como se aprecia y establecemos en el monte de San Miguel, entre los lugares de Fraiz y Portela, concentrándose sobre todo en la zona conocida como Devesa da Rula, en honor a la asociación que redescubrió dicha estación. A una altura media de 150 a 270 metros aproximadamente. En la parte más baja próxima a Ponte Brea encontramos dos rocas del enigmático y curioso Petroglifo do Rexio, único de la estación de San Miguel catalogado por ahora.
La temática no es muy variada, y normalmente consiste en representación geométrica non figurativa. En general se distinguen dos grupos de temas: los motivos meramente geométricos, y los motivos naturales no fieles ni exactos, pero por lo menos pueden ser identificados como cuadrúpedos o figuras humanas. Tipología aproximada de los grabados que se sistematizaron en los siguientes grupos: combinaciones circulares, laberintos, espirales, cazoletas, esvástica, cuadrangular, antropomorfos, zoomorfos.
Distinguimos motivos sencillos, formados por un solo elemento formal, y motivos complejos, que son formados por varios elementos. Y por la forma de representación pueden ser figurativos, cuando es posible reconocer el modelo representado pudiendo ser estilizado, esquemático. No figurativos, cuando no es posible identificar el modelo al que se imita. Es necesario suponer que hay elementos de naturaleza o de cultura material que proporcionan figuras supuestamente abstractas como un astro, un rio etc. Los diseños figurativos o no figurativos también pueden ser geométricos cuando están formados por puntos, líneas, triángulos, e figuras derivadas de estos, y especialmente existe cierta tendencia a la simetría en las composiciones.
Se aprecia escasez de representaciones de tipo figurativo naturalista frente a una notable presencia de los tipos geométricos, abstractos e semi esquemáticos.
Observamos que en los petroglifos de Villestro- val de Roxos predominan las figuras en forma de cazoletas que se pueden presentar aisladas, en alineaciones o formando otros motivos. La técnica de confección de estos grabados es de surcos de sección transversal en forma de U, muy abierta como si fuese un ovalo partido, con bordes enormemente desgastados, suaves al tacto y de anchura en líneas general por lo menos el doble que la profundidad.
En la estación de Monte de San Miguel existen abundantes ejemplos en varias rocas. Especialmente espectaculares los petroglifos Devesa uno y Devesa dos.
El tema más característico y que confiere al Arte Rupestre Galaica una personalidad diferenciada es la de combinaciones circulares, anillos concéntricos con su amplio y complejo espectro que podemos contemplar en muchos de los petroglifos de esta zona, como se aprecia en el Petroglifo de Tras-Iglesia con motivos circulares concéntricos simples, catalogado en el III milenio antes de Cristo.
Así mismo también se aprecian en los petroglifos de la parroquia algunos de los motivos más habituales en los grabados rupestres del noroeste de la Península Ibérica: laberintos, idoliformes, cuadrados, zigzag, piletas. Por ejemplo tenemos una representación semejante a un tablero en el petroglifo de Devesa da Rula seis. y cuatro
Dentro del grupo naturalista solo figura una pequeña roca en el paraje del Pinal con un pequeño zoomorfo.
Por otra parte destaca la representación de cruces en varios grabados prehistóricos, asociados a una función de “cristianización”. Y otros de factura posterior, hechos con otra técnica en forma de cruz, con bordes muy angulosos y paredes rectas que nos habla de una relativa modernidad en una fase que arrancaría en la alta edad media, relacionando estas figuras con delimitaciones jurisdiccionales de coto, de parroquias, desligándose del grueso de los grabados prehistóricos encuadrados dentro de los petroglifos de término.
En los petroglifos de Val de Roxos se pueden observar las dos técnicas mencionadas que datan desde los cuatro mil años hasta la reutilización en etapas recientes. A veces son difíciles de observar por el grado de erosión que presentan, y por el pésimo estado de conservación que presentan algunos grabados, muchas veces solo son reconocibles por trazados y solo visibles bajo un tipo de luz diurna a ciertas horas. Se recomienda para una visita nocturna con luz rasa artificial para poder contemplarnos y observarlos.
Están catalogados seis petroglifos con ficha en el plan general de ordenación urbana del ayuntamiento de Santiago.