6ª Parada
Sarela de Abaixo. As Codeseiras
Sarela de Abaixo. As Codeseiras
Breve alusión al translatio del Apóstol. La leyenda de la reina Lupa.
Gracias a las vistas panorámicas, esta parada nos da la oportunidad de explicar la llegada del cuerpo del apóstol Santiago desde Palestina y su enterramiento en Compostela. Tanto el Pico Sacro y sus alrededores, como la catedral, e incluso el camino a Fisterra en el que nos encontramos, forman parte de la leyenda.
EEl Nuevo Testamento habla de la vida de Jesús y de sus discípulos, entre los cuales se encuentra Santiago Zebedeo, o el Mayor. Dice que predicó en Judea y que en el año 44 fue degollado por orden del rey de Judea Herodes Agripa. La tradición popular dice que, antes de esto, Santiago había estado predicando en Hispania, “en la región más occidental de Europa”. Años después surge la leyenda del traslado del cadáver de Santiago por dos discípulos, Atanasio y Teodoro, de vuelta a esta tierra. Es la llamada translatio. Resumimos aquí la versión que recoge el Códice Calixtino, libro de temática jacobea que el arzobispo Diego Gelmírez patrocina en el siglo once.
Tras la ejecución de Santiago, los discípulos recogen su cuerpo y cabeza y, en una pequeña barca, llegan a Galicia en siete días con ayuda de Dios. Buscando un sitio para enterrar los restos, se dirigen hacia el interior, hacia las propiedades de una señora poderosa, Luparia o Lupa. Le piden como tumba un pequeño templo donde ella y su pueblo adoran un ídolo. Ella medita un engaño para causarles la muerte: les dice que se dirijan al rey de Dugium para que él les proporcione una sepultura. Dugium se identifica actualmente como la zona de Fisterra, donde aún existe este nombre en la toponimia.
Este rey planea matarlos, pero una señal divina indica a los discípulos que deben escapar. El rey y sus hombres los persiguen. Están a punto de alcanzarlos, pero Dios provoca el derrumbamiento de un puente y, así, la muerte de todos los perseguidores.
Vuelven junto a Lupa reclamando el templo y que se convierta a la fe cristiana. Esta vez ella les cede el uso de dos bueyes “mansos” que están en el monte Ilicino. Con ellos podrían transportar todo lo que necesitasen para la construcción de la sepultura.
Van confiados al monte, pero allí se encuentran con un enorme dragón que les ataca con fuego. Pero ellos le vencen al imponerle la cruz: el dragón revienta por la mitad. Para expulsar de allí a todos los demonios, los discípulos bendicen con agua todo el monte. De esta manera, ese monte antes llamado Ilicino pasa a llamarse monte Sacro.
Ven que los bueyes prometidos son bravos y salvajes. De nuevo el poder de Dios los hace mansos y sumisos. Los discípulos llegan con los dóciles bueyes a los palacios de Lupa. Estupefacta, reconoce los tres milagros y se hace creyente, tanto ella como toda su gente. Destruye los ídolos y templos anteriores y hace construir el sepulcro para el cuerpo del Apóstol. Sobre él, una iglesia con un altar sagrado, la base legendaria de la actual catedral.